La temporada 2022-2023 del fútbol europeo aún no ha terminado. Incluso ni se conocen los ganadores de algunas de las principales ligas, y el mercado de fichajes ha comenzado a calentarse a una velocidad asombrosa, por la necesidad de la mayoría de los clubes de reforzarse o de encontrar, al menos, las piezas ideales con las cuales enfrentar la campaña siguiente.
En Italia, el sorprendente Nápoles logró un Scudetto 33 años después. El equipo de la sureña ciudad no ganaba un campeonato desde que Diego Armando Maradona jugaba en aquella ciudad. allá por 1990. Y en España, el Barcelona volvió a imponerse luego de cuatro años de sequía a favor del Real Madrid y el Atlético de Madrid. Mientras, en Francia, el PSG lo tiene todo encaminado a falta de tres fechas para el final.
Más complicada aparece la situación en Alemania, donde el Borussia Dortmund acosa al líder y actual campeón, Bayern de Múnich, que le saca solo un punto con dos fechas por jugarse, mientras el Manchester City parece tener a tiro otro campeonato en la Liga Premier, después de haberse desinflado el Arsenal, que comandó la competición durante la mayoría de los meses, desde agosto hasta ahora.
NO SIEMPRE EL CAMPEÓN MANTIENE LA PLANTILLA
A pesar de que el presidente del Nápoles, Aurelio De Laurentiis, suele tener la mano dura en las negociaciones y solo deja salir del club a aquellos jugadores con los que no cuenta, hay algunos que llaman demasiado la atención a los grandes equipos de Europa y podría pasarle como al Leicester City, que ganó la Liga Premier en la temporada 2015-2016 y perdió a varios jugadores para la campaña siguiente.
Ranieri, que entonces se sentaba en el banquillo del Leicester fue incapaz de retener a las estrellas emergentes del entonces campeón inglés, y De Laurentis tendrá que aumentar salarios y maniobrar con finura si n quiere que algunas de sus estrellas se le marchen en el verano, sobre todo el georgiano de 22 años Khvicha Kvaratskhelia, un habilidoso jugador, y el goleador nigeriano, de 24 primaveras, Victor Osimhen.
Tenerlos para la próxima temporada será complicado, pero no imposible para De Laurentis. O al menos no tanto como le costará al Barcelona llevar de regreso a Lionel Messi, sobre todo porque tendrá que vender a algunas de sus piezas importantes para cumplir el límite salarial. Messi es el sueño, pero su regreso al Camp Nou estará condicionado, y los rumores sobre un contrato enorme en Arabia no cesan.
Igual, de los rumores de cambios, salidas y compras no están exentos otros clubes, entre ellos el poderoso Paris Saint-Germain, que, además de dejar salir a Messi, que termina contrato, quiere abrirle la puerta a Neymar Junior y Marco Verratti, con la intención de formar un equipo alrededor de Kylian Mbappé e impedir que se marche al término de la próxima temporada, cuando finaliza contrato.
Salen tantos rumores del PSG que al lector común le costará discernir entre lo que puede ser verdad y lo que no, sobre todo porque filtran los representantes, los clubes y hasta inventan algunos medios, todos con sus intenciones. Los apoderados para conseguir mejores salarios, los clubes para vender y los medios de prensa para ganar lectores, que es sinónimo de ventas.
BELLINGHAM, OSIMHEN,MBAPPÉ...
Según algunos medios españoles, el diario Marca, sobre todo, el Real Madrid lo tiene todo atado con el centrocampista inglés del Borussia Dortmund Jude Bellingham, llamado a formar parte de un centro del campo poderoso para los próximos años junto a Federico Valverde, Eduardo Camavinga y Aurelién Tchouaméni. Pero no deja de ser un rumor, como tampoco la posible salida de Mbappé del PSG.
Lo de Messi da más vueltas que un trompo en una semana. Un día lo tiene hecho en Arabia Saudita por un salario escandaloso, y al siguiente aparecen filtraciones sobre una supuesta reunión entre su padre y representante y la directiva del Barcelona para devolver al hijo pródigo al Camp Nou, de donde nunca debió haberse ido. Al siguiente, sin embargo, lo ven en Miami, o tras los pasos de su amigo Sergio Busquets, allá a donde vaya.
Con el lateral portugués Joao Cancelo sucede igual. El jugador tiene ficha con el Manchester City, que lo cedió al Bayern de Múnich, porque no entraba en los planes de Pep Guardiola. Que se quedara en el Aliance Arena era una opción, pero hay tantas versiones sobre su futuro que uno no sabe dónde terminará. Y lo mismo pasa con Sadio Mané, el atacante senegalés que compraron los bávaros y que ahora no saben qé hacer con él.
En el Madrid se habla de renovaciones cuasi fijas: Karim Benzema, Tony Kroos, Luka Modrid, y de otras que no están claras: Marco Asensio, Nacho Fernández y Dani Ceballos. A Asensio lo colocan en Inglaterra, tal vez en el Aston Villa, y a Ceballos lo mismo lo ven un día en el Betis que al siguiente en el Atlético de Madrid, que tiene los mismos problemas con algunos de sus jugadores, como Álvaro Morata, por ejemplo.
Incluso sobre el Manchester City, que tiene una plantilla poderosa, corren rumores, con Ilkay Gundogan en el centro. Unos dicen que se irá en busca de otros horizontes, y otros que renovará. A esa fiebre de versiones sobre lo que puede pasar desde el 30 de junio, cuando se abra la veda para la compra y venta de jugadores, no escapa nadie. Siempre habrá movimientos, sean o no anunciados desde ahora, porque esos movimientos son ley de vida en el más universal.
