Por historia, la semifinal de la UEFA Champions league entre Real Madrid y Bayern de Múnich podía encajar perfectamente como el partido definitivo de un torneo, aquel en el que se decide el título. Perro el fútbol es así y el sorteo quiso que, en lugar de la final, ambos se vieran en semis, después de eliminar, con mucho trabajo, a dos equipos ingleses.
El Bayern, que jugará la ida de la semifinal en sus predios del Allianz Arena, dejó en el camino en la ronda anterior al Arsenal inglés, el mismo que encabeza ahora mismo la Premier League con 80 puntos, aunque con un partido jugado más que el escolta Manchester City, que cayó en cuartos frente al Real Madrid.
Los de Ancelotti, luego de un empate a tres goles en el Santiago Bernabéu, igualaron 1-1 en el Etihad Stadium, en un partido donde se vieron obligados a poner una defensa en extremo baja y en la que aprovecharon la definición por penales para pasar de ronda, en una eliminatoria de las más duras vistas hasta entonces.
LA GRANDEZA DEL BAYERN
No hay otro equipo en Alemania con más historia que los bávaros, que llegaron a la presente temporada con 11 títulos consecutivos de la Bundesliga. Este año cedieron el título al Bayer de Leverkusen del sensacional entrenador Xabi Alonso, pero andan a dos partidos de jugar una final de Champions, algo que no ocurre todas las temporadas.
Tienen un entrenador, Thomas Tuchel, que sabe lo que es ganar en Champions. Lo hizo con el Chelsea la última vez que los ingleses levantaron el trofeo continental, y en momentos en los que el técnico y la directiva ya acordaron que separarían sus caminos al final de la temporada, por lo que llegar a la final sería un plus tremendo de cara al futuro.
El Bayern tiene un crack en cada línea, desde el arquero hasta la delantera. Desde Manuel Neuer hasta el recién llegado Harry Kane, quien desembarcó en el pasado verano proveniente del Tottenham inglés y no se h cansado de marcar goles con el equipo muniqués. Sin embargo, a pesar de los goles, al Bayern solo le queda pelear por tu título: el de la Champions.
En Múnich no quieren pensar en aquello de que Kane suena a gafe, porque nunca en su carrera profesional ganó un título, pero hay algunos que lo tienen presente, incluso entre los medios, aunque no lo mencionen en sus artículos, ni en sus apariciones en radio o televisión, por ejemplo.
Para Ancelotti, el rival es un equipo con calidad y con herramientas para estar en la semifinal. Lo dijo el entrenador del Real Madrid en la rueda de prensa, en referencia a un equipo que también entrenó y que lo llevó a ganar en Alemania, pero la Champions le fue esquiva, porque hasta ahora solo pudo ganarla como entrenador del Milán AC y el Madrid.
EL PODERÍO DEL REAL MADRID
Si hay dos equipos y dos clubes que se parecen son el Real Madrid y el Bayern Múnich. Se parecen tanto que los jugadores, directivos y entrenadores de uno y otro equipo lanzan piropos al otro siempre. Incluso Thomas Muller dijo hace unos días que era un honor y un placer medirse al Madrid en Champions y volver al Bernabeu.
Según Ancelotti, ambos equipos hacen transiciones rápidas, pueden jugar de distintas maneras, con bloque bajo… sin una identidad muy clara, por lo que pueden jugar los partidos de manera diferente, y esa es una de las virtudes que ve en sus rivales y también en su propio equipo, una razón por la cual ve la serie muy pareja.
El Madrid, a pesar de las serias lesiones en la parte de atrás desde el inicio de la temporada, con la pérdida de Thibaut Courtois, David Alaba y Éder Militao, quienes poco a poco se van incorporando a los entrenamientos diarios, aunque sin estar listos aún para jugar en estos partidos, aunque puede haber sorpresas con Militao.
Sin embargo, Ancelotti encontró la forma para suplir a los tres lesionados de larga duración, todos por rotura de ligamentos cruzados de la rodilla, y a él le corresponde el mérito de haber probado a uno u otro en la zaga, incluido a Aurelién Tchouaméni como central, y a Andriy Lunin como primer arquero, pese a la llegada de Kepa Arrizabalaga.
El partido de este martes, no es una toma de fuerza, ni una prueba, es el choque de ida en campo del Bayern, un equipo que sabe que tiene que sacar ventaja de local, porque la vuelta, en campo contrario, se puede convertir en una odisea. De cualquier manera, en unas horas sabremos quién saca la mejor parte, y en poco más de una semana cuál de los dos es finalista.
