Cuando arrancó la temporada, los analistas del fútbol coincidían: el Real Madrid tiene el mejor medio campo del mundo. Solo había que ver los nombres: Tony Kroos, Luka Modric, Juve Bellingham, Federico Valverde, Dany Ceballos, Eduardo Camavinga y Aureilién Tchouaméni. Dos meses después, hasta la afición compartía esos puntos de vista, porque el equipo de la capital española enseñaba clase por arrobas en el medio de la cancha.
Cierto que hubo alguna declaración que pareció altisonante, teniendo en cuenta la forma en que maneja el entrenador, Carlo Ancelotti, a la plantilla. Modric, que tiene 38 años y que renovó por una temporada, reclamó más tiempo, dijo que no estaba para momentos residuales, Y Kroos dejó entre ver que podía ser importante siempre. El técnico entendió que ambos juntos en la cancha no eran la mejor opción.
Los dosificó. Un día jugaba el alemán de entrada y luego salía el croata. El primero sigue siendo el gran organizador del juego, con esos pases milimétricos, sin importar la distancia, que pone a los delanteros en posiciones inmejorables y a la zagas rivales contra las cuerdas. El segundo, un mago en eso de tener la pelota, romper líneas, filtrar pases, pero el futuro del Real Madrid tenía otras dependencias.
LOS MEJORES PIVOTES DEL MUNDO
Ancelotti supo siempre que tenía a la mejor pareja de pivotes del mundo, sin discusión. Tal vez ni Tchouaméni ni Camavinga sean el mejor jugador del planeta fútbol en su demarcación, pero ambos forman la mejor dupla. El mejor sustituto que puede tener uno, es su propio compañero. Así, incluso, son llamados a la selección francesa, de la cual son asiduos, con titularidad garantizada.
Tchouaméni es un pivote puro y duro. Ágil, corpulento, alto, bueno al quite, al corte, potente cuando va de cabeza y con un disparo de larga distancia muy poderoso. Es casi el jugador ideal para el Real Madrid. La competencia es Camavinga, quien roba como nadie, se coloca como un veterano de 33 años y 15 de experiencia en el fútbol de máxima categoría y apenas sobrepasa los 20 y está recién llegado.
El de Cabinda es bueno en eso de romper líneas, en darle una salida pulcra al balón, en la efectividad de sus pases, en llegar al borde del área y filtrar pelotas a los atacantes. Lo hace con una naturalidad pasmosa, pero ambos no pueden compartir la misma demarcación, y el entrenador opta por mover a Eduardo a otras posiciones. Incluso, cuando quiere un equipo homogéneo, lo coloca como lateral izquierdo, porque no tiene otro mejor.
Camavinga nació para ser una estrella del fútbol, y algunos dicen que si un día tuviera que ser delantero o arquero, también lo haría con clase y estaría entre los mejores. Pero a veces, tener a dos grandes estrellas en un puesto, no te garantiza tenerlo protegido durante toda la temporada. Y eso le acaba de suceder al Real Madrid, porque en un intervalo de 15 días ha perdido a sus dos pivotes, con lo cual se complica el resto del calendario, al menos hasta el nuevo año.
Tchouaméni, que sufrió una fractura parcial del segundo metatarsiano del pie izquierdo, por estrés, y pudiera perderse dos meses de la temporada. Su lesión se produjo en el clásico ante el FC Barcelona, ganado por los blancos por 1-2, y no se espera su regreso hasta los primeros partidos del próximo año. Y justo cuando el cuerpo técnico pensaba que todo estaba asegurado con Camavinga, este sufre un esguince de rodilla.
LAS VARIANTES DE ANCELOTTI
Camavinga tuvo un choque fortuito, en un entrenamiento de la selección francesa, con Ousmane Dembelé, y desde que abandonó el campo se sabía que no era algo pasajero. Tiene dañada la articulación y su tiempo de baja se estima en más de seis semanas, por lo cual tampoco volverá a ver acción hasta enero próximo, lo que obligará a Ancelotti a buscar soluciones de emergencia, aunque la primera y más probable, la tiene clara.
El italiano, aún con Tchouaméni y Camavinga sanos, ha probado con Tony Kroos como pivote. Cierto es que no le ha salido nada bien, pero los partidos que le restan al equipo blanco hasta enero no son tan exigentes como para que el germano no pueda afrontar las contingencias y ayudar al equipo a permanecer en la parte alta de la Liga Española y defender el primer puesto del grupo en la UEFA Champions League.
Lo más probable es que Carletto cambie el esquema, retrase a Kroos, haga lo mismo con el inglés Jude Bellingham y le dé entrada a Joselu como delantero titular, o nueve de referencia, aunque también puede mantener a Bellingham como hasta ahora, y darle la titularidad a Modric, que parece la opción menos descabellada, aunque ya, como decíamos, el Madrid sufrió con el alemán y el croata juntos sobre el césped.
En Liga, hasta el receso de fin de año, le queda el Cádiz, Granada, Betis, Villarreal y Alavés, este último el 20 de diciembre, y terminará la primera ronda el 3 de enero ante el Mallorca. En Champions, por su parte, le toca recibir en casa al Nápoles para cerrar la fase de grupos poco después ante el Unión Berlín en suelo germano. En total, son ocho partidos que el equipo tendría que afrontarlos sin sus pivotes titulares.
No obstante, ambas ausencias, que se suman a las de larga duración de Eder Militao y Thibaut Courtois y a la ya habitual de Arda Guller, no parece que vayan a influir en que los blancos se descuelguen de la lucha por La Liga o vayan a ceder el primer puesto de su llave en la fase de grupos de la Champions. Son esos contratiempso del fútbol, pero ambos regresarán para la parte definitiva de la temporada.
