“Es la cruz que me tocó cargar, es una frase muy popular en Latinoamérica cuando se quiere expresar que hay algo o alguien que nos causa molestia pero que aún así tenemos que seguir viviendo con ello. Este es el caso del equipo mexicano Cruz Azul y sus aficionados, quienes tienen una relación sumamente tóxica, pero que a pesar de todo siguen unidos.
Cruz Azul es considerado como uno de los cuatro equipos grandes del fútbol mexicano. América, Chivas y Pumas son los otros tres. Equipos que de a poco ya se les está quitando lo grande y que solo han causado decepciones a su afición; la famosa Máquina cementera de la Cruz Azul es uno de ellos.
Cruz Azul siempre se ha caracterizado por ser un equipo familiar y en sus tribunas era muy común ver a grupos animación donde había desde niños hasta personas de la tercera edad, siempre gustosos animando a sus jugadores. Incluso, para las personas que hoy son ancianas, es común recordar cómo este equipo fue tan ganador en los años setentas, cuando estaba bajo el mando de don Guillermo Alvarez Macías el primer presidente del equipo.
Hoy poco queda de esa historia ganadora y a pesar de que fueron campeones en 2021 (después de 23 años), Cruz Azul está metido en severos problemas, que déjeme decirle que desde la perspectiva periodística, ya no se encuentra una razón. Ya no se sabe si es culpa de la directiva, de los entrenadores, de los jugadores... Pero lo que sí sabemos es que La Máquina está en los últimos lugares de la tabla.
Parece que los temas extra cancha han pesado desde hace ya varios años dentro de la institución y esto se ha contagiado a los jugadores. Hay ocasiones en las que parece que la culpa la tienen los futbolistas otras veces decimos que es la directiva pero también el entrenador a resultado culpable. Finalmente este equipo se encuentra en un círculo vicioso donde el desastre no los deja en paz.
Hoy por hoy, Cruz Azul brinda alegrías de vez en cuando, pero causa tristezas con mayor frecuencia. Jugadores van, jugadores vienen, muchos pasan desapercibidos, otros emigran a diferentes equipos donde curiosamente sí son campeones... Entonces ¿de dónde proviene la maldición del equipo originario del estado de Hidalgo?
Es momento de sentarse en la mesa y que sus autoridades vean más allá de los intereses.
Cruz Azul es la terapia de miles de aficionados quienes es sacan todo lo que guardaron en la semana disfrutando el partido de su equipo, pero que con un plantel sin garra sin esfuerzo sin motivación terminan por añadirles un pesar más.
Es momento de reaccionar, es momento de buscar nuevos bríos si es necesario y en todo caso dejar una institución tan histórica como Cruz Azul gente que traiga nuevas ideas.
Lo decía su frase: "Cruz Azul, suma de pasión y orgullo"... Hoy estamos juntando alejado de ello.
