El Fútbol Club Barcelona se impuso por 2-1 al Porto portugués en la quinta y penúltima fecha de la UEFA Champions League y espantó, al menos temporalmente, los fantasmas que revoloteaban sobre el equipo, principalmente sobre el cuerpo técnico que encabeza Xavi Hernández, en entredicho desde hace varias semanas, no solo por los resultados sino por el juego ramplón, muy lejano a sus predicamentos.
Al Minuto 30 del partido, en el Estadio Olímpico de Montjuic, parecía que el mundo se le venía abajo al Barcelona, cuando Pepé puso el 0-´1 a favor de los visitantes, quienes vieron, además, como les anulaban un gol, sin embargo apareció la conexión portuguesa, con los cedidos Joao Cancelo y Joao Félix -los Joao- para darle la vuelta a un partido, en cuya segunda mitad el equipo catalán estuvo mucho mejor que en la primera.
Cancelo, que había advertido durante la semana que los problemas de Barcelona no eran de actitud, desmintiendo unas declaraciones previas del entrenador, marcó un golazo dos minutos después de que el Porto se adelantara y permitió a su equipo recuperar la confianza, asegurar la clasificación, y la opción real de terminar primeros de su grupo el H, que ahora comandan con 12 puntos.
JOAO FÉLIX SENTENCIA, IÑAKI PEÑA BRILLA
En el minuto 57 fue Joa Félix el encargado de poner el 2-1. El hombre que pasó semanas rodeado de dudas, luego de un inicio de temporada espectacular con el equipo catalán, se encargo de sentenciar. También gritó el gol, para exorcizar todo lo que llevaba por dentro y acallar a los críticos, quienes ya empezaban a darle la razón a Diego Simeone, quien facilitó las cosas para que saliera del Atlético de Madrid, el club que aún tiene la propiedad de su ficha.
El gol de Joao Félix liberó a muchos y no solo al futbolista. En la banda, Xavi Hernández lo festejó también, y la directiva sacó pecho en las horas siguientes, luego de muchos días de incertidumbres sobre el futuro del técnico y la posibilidad de que el Barcelona fuera segundo de la llave más fácil de la presente edición de la Champions, y con los fantasmas de las dos eliminaciones en los dos años anteriores muy presentes.
Todo esto fue posible, sobre todo, porque el arquero Iñaki Peña se lució cual consagrado. Lo hizo tan bien como si hubiera estado el portero titular, Marc André Ter Stegen, quien se recupera de una lesión y puede estar listo para los venideros partidos de la Liga Española, según versiones de prensa. Ante el Porto, sin embargo, Peña hizo valer sus condiciones y mantuvo al flote al Barcelona con varias intervenciones de nivel.
De no haber sido por el arquero, posiblemente ahora estaríamos hablando de otras cosas, aunque Iñaki peña es parte de la plantilla del Barcelona y su trabajo consiste en estar listo para cuando el club lo necesite, y cuando salga a la cancha poder hacerlo lo mejor posible, así que no hay nada que reprocharle con esto, porque solo hizo su trabajo, lo hizo bien, su equipo ganó y nadie saldrá a decir que perdieron porque no estaba el arquero titular.
La victoria, como decíamos, permitió a algunos en la junta directiva sacar pecho, incluso hasta hacer público un vídeo del presidente Joan Laporta con Xavi Hernández, apenas unas horas después de que saliera alguna foto del mandatario con el mexicano Rafa Márquez, entrenador del segundo equipo y favorito para el puesto de técnico si la directiva decide echar al actual adiestrador. Por ahora, se aplacaron las críticas.
EL VIA CRUCIS DE LA LIGA
Dejado atrás el problema de la Champions League y seguro el puesto en octavos de final por primera vez en tres años, llega La Liga con partidos ante equipos ubicados por delante, ante los cuales no queda más opción que ganar, algo que le ha costado trabajo a los de Xavi en sus últimas presentaciones, sobre todo por falta de juego y por desaciertos de su líneas de ataque.
En la jornada 14, el Barcelona apenas pudo sacar un empate 1-1 ante el Rayo Vallecano, en el Estadio de Vallecas, en un partido en el que reclamaron un penalti sobre el brasileño Raphinha y otro sobre el polaco Robert Lewandowski, pero en el cual el juego distó mucho de lo que puede enseñar el equipo catalán sobre una cancha. El revés los alejó a cuatro puntos de los líderes, Real Madrid y Girona.
Este domingo, el once blaugrana saltará al césped del Estadio Olímpico de Montjuic con la imperiosa necesidad de sumar ante el Atlético de Madrid, ocupante de la tercera plaza, porque si pierde podría alejarse a siete de los líderes, incluso quedaría a seis si empatan y Girona o Real Madrid ganan en sus emparejamientos con el Valencia y el Granada, respectivamente. Un motivo más de preocupación, al menos por ahora.
El Atlético de Madrid, que también se aseguró en octavos de la Champions, es uno de los equipos de mejor juego hasta ahora en La Liga y, a pesar de jugar en Barcelona, sale como favorito de algunos para ganar. Para los de Xavi solo será el primer tormento, porque luego llega el colíder Girona, el domingo 10 de diciembre. Si Xavi y su cuerpo técnico sortean estos escollos, tendrán camino libre para seguir al frente del club, pero no ganar pudiera traer de vuelta los problemas.
Si me preguntan a mí si el entrenador terminará el año o no, diría que sí, sin pensarlo mucho. Xavi ha sumado infinidad de fracasos desde que asumió como entrenador: cayó cuatro veces en Europa en dos años. Dos veces fue eliminado en Champions League y otras dos en Europa League, con ridículos incluidos. Y si no lo echaron entonces, por qué habrían de hacerlo ahora. Terminará la temporada, pero al menos que sorprenda con títulos, no volverá para la 2024-2025. Así de sencillo.
