Gattuso sale al rescate del Valencia

Gennaro Gattuso será el próximo entrenador del Valencia. Peter Lim, el singapurense dueño del club, echó mano del italiano para intenta resolver una crisis deportiva que ha terminado de sacar al equipo che de la clase alta del fútbol español y continental.

Asiduo por años de las competiciones europeas, con finales de Liga de Campeones incluida, el equipo de la ciudad del Turia se ha desinflado en la última década y ha caído en una espiral que ni la directiva ni los entrenadores han podido resolver en medio de un cabreo cada vez más creciente de la afición.

Lejos en el tiempo quedan aquellas dos finales de la Champions, disputadas de manera consecutiva ante el Real Madrid y el Bayern de Múnich, en las temporadas de 1999-2000 y 2000-2001. El técnico argentino Héctor Cúper sigue siendo el medidor del hincha del Valencia, y el recuerdo de aquella plantilla en la que estaban Santi Cañizares, Gaizka Mendieta. Kily González o Claudio López, entre muchas otras estrellas, despierta una añoranza enorme.

En los años siguientes Mestalla no vivió momentos similares, salvo el título de la Liga Española en la temporada 2003-2004, pero tampoco estuvo tan lejos de Europa ni de la cima de la competición doméstica como en los últimos años, con un baile tremendo de entrenadores, de salida de sus principales jugadores y sin el poder de motivar o enganchar a los aficionados.

Lim compró el Valencia en octubre de 2014, y la afición che pensó que sería la solución a los problemas del club, del proyecto de nuevo estadio, que volverían los momentos de gloria de antaño, pero lo cierto es que ha sido todo lo contrario. Jugadores y entrenadores que pasaron por el equipo y se marcharon después terminaron rajando de la entidad, hablando pestes a diestra y siniestra.

Un accionar poco congruente de la directiva que no termina por entender a la afición, como sucede con el caso de Gattuso, que negoció en Singapur la nueva plantilla, sin que el entonces entrenador, José Bordalás, hubiera sido informado de que terminaba sus funciones. O al menos no directamente, como suele ocurrir en estos casos.

Lo cierto es que llegará Gattuso, en medio de rumores sobre la salida de dos de los principales jugadores del equipo, el mediocampista Carlos Soler y el capitán y lateral José Luis Gayá, que tienen 'novias' en España y en otros países, en medio de infinidad de rumores que los vinculan a un equipo u otro, entre ellos Barcelona y Atlético de Madrid.

La llegada de Gattuso, controvertido, polémico, de mano dura, y con métodos poco ortodoxos en algunos casos, traerá cola y servirá de caldo de cultivo a los medios y a la afición tan pronto como el equipo no cumpla con las expectativas, lo cual puede ocurrir enseguida sino se refuerza una plantilla que no da para plantarle cara a los grandes de la Liga.

Gattuso, dicen los medios, negocio con Lim la incorporación de varios jugadores italianos o que estuvieron a sus órdenes cuando entrenó en su país de origen, pero es posible que ni eso le alcance al club para volver a colarse en los puestos de dan plazas para competiciones europeas.

Bordalás no lo hizo del todo mal. Cierto que quedó fuera de la Champions, de la UEFA Europa League, incluso de la Conference League, pero llegó hasta la final de la Copa del Rey, donde perdió con el Real Betis en una decisión por penales.

Para algunos, el técnico mereció otra oportunidad, siempre y cuando se le reforzara la plantilla, pero Lim y las personas que estaban al frente del club optaron por Gattuso, a quien ya medios cercanos al Valencia califican como "un nuevo sargento" para el banquillo che.

Gattuso jugó para el Milán AC, aunque su debut se produjo a los 18 años con el Perugia, y siempre demostró ser un jugador indomable, de fuerte carácter, con marcados encontronazos en el terreno de juego, y a veces no solo con los contrarios, sino con sus propios compañeros.

Eso sí, se dejaba todo sobre la cancha y peleaba cada balón como si fuera el último, como si cada partido hubiera sido una final, y desde el banquillo le pide a sus jugadores que hagan lo mismo, aunque no siempre lo consigue, sobre todo porque no todos tienen el mismo carácter o son tan apasionados sobre el césped.

Famosos fueron en Italia sus numerosos piques, las idas a las manos con rivales, sus broncas, su carácter caliente, sus respuestas desmedidas como técnico en Grecia o en cualquier otro lugar donde entrenó. Y aunque cualquiera pudiera pensar que esa forma de actuar puede ser el motivo de su contratación por parte del mandamás del Valencia, se me antoja pensar que no es la razón fundamental.

Lim querrá lo mejor para el equipo del que es accionista mayoritario. Sabe que mientras mejor le vaya, más ganancias tendrá, y casi seguro pretende imprimirle a la futura plantilla el carácter indomable del jugador italiano, su espíritu de lucha y sacrificio, su voluntad férrea.

Gattuso tiene experiencia, conoce al dedillo el mundo del fútbol, de los banquillo, aunque como técnico ha tenido muchas más sombras que luces, pero para todo hay siempre una primera vez y nadie sabe si en el Valencia se reivindica y se convierte en un entrenador ganador. Incluso, no tendrá que ganar, sino cumplir solo con los objetivos que pide la afición y la prensa.

Medios y fanáticos quieren volver a ver al equipo che en Europa, en la puja por el título de la Liga, de la Copa del Rey y si Rino, como algunos llaman a Gattuso, lo logra, se convertirá en un salvador, pero hasta tanto eso no ocurra a algunos les parecerá dudosa su designación.