El Barcelona ficha y ... sigue la polémica

El Fútbol Club Barcelona continúa reforzando al equipo para la próxima temporada y los gastos de la directiva azulgrana generan polémica en el mundo del más universal, porque algunos no entienden cómo un club endeudado y con un límite salarial negativo de menos 144 millones de euros se permite gastar más de cien millones de euros en incorporaciones.

El último en llamar la atención sobre los fichajes del Barcelona fue el entrenador del Bayern Múnich, Julian Nagelsmann, aunque tal vez dolido porque desde Cataluña le 'robaron' a su nueve predilecto y gran estrella del club, el atacante polaco Robert Lewandowski.

Según el técnico bávaro, el Barça es el único club que no tiene dinero y ficha a quien quiere, pero no solo lo dijo por el ariete polaco, sino por los otros jugadores que el presidente Joan Laporta ha puesto al servicio del entrenador Xavi Hernández desde que se abrió el mercado de fichajes de verano el 1 de julio.

Los millones de Laporta

El Barça pagó al Bayern de Múnich 45 millones por el polaco, pero la cifra, en dependencia del cumplimiento de ciertas variables, podría llegar a 50. En tanto desembolsó unos 65 por el brasileño Raphinha al Leeds United de la Liga Premier, para completar los primeros cinco fichajes de cara a la próxima temporada, aunque no los últimos.

En la mira de Laporta están también el centrocampista portugués Bernardo Silva, que puede costar cerca de los 100 millones de euros, y el defensor francés del Sevilla Jules Koundé, aunque este último parece tenerlo hecho con el Chelsea inglés, lo cual obligaría al Barcelona a buscar un sustituto.

La zaga es ahora mismo la zona más débil del equipo de Xavi, porque Gerard Piqué tiene 35 años y cumplirá 36 en diciembre y el técnico no cuenta con Eric 'El Kaiser' García, por más que sea un fijo en los esquemas de Luis Enrique con la selección nacional española.

Nada más se abrió el mercado de fichajes, el 1 de julio, el Barça contrató al zaguero central danés Andreas Christensen y al centrocampista marfileño Franck Kessié. Ambos llegaron libres, tras terminar sus vínculos con el Chelsea inglés y el Milán AC italiano, por ese orden. Sin embargo eso no significa que el club no tuvo que pagar nada más que su salario, porque en estos casos se estila desembolsar primas de fichajes, que muchas veces son suculentas.

Dembelé, Azpilicuta y las salidas

Por otra parte, al capítulo de nuevos fichajes se sumó Ousmane Dembelé, con quien no llegaron a un acuerdo de renovación antes del 30 de junio y que deberá ser inscrito como nueva incorporación, todo eso en medio de problemas económicos, deudas por más de mil millones de euros y un fondo salarial negativo de menos 144 millones de euros.

Para la zaga también se habla del español César Azpilicueta, que muy probablemente sea la próxima incorporación y por la cual Laporta tendrá que desembolsar entre cinco y 10 millones de euros, un poco menos que otro objetivo del club, el también español del Chelsea Marcos Alonso.

Al mismo tiempo, desde las oficinas del Camp Nou tendrán que darle salida a varios jugadores, porque con las llegadas la plantilla está sobregirada y todos no podrán ponerse a las órdenes de Xavi de cara a la próxima temporada, en la cual el objetivo principal es destronar al Real Madrid en la Liga Española y volver a ganar la UEFA Europa League, otro torneo que también ganaron sus archirrivales en la temporada anterior.

Entre quienes tienen las puertas abiertas están los zagueros Oscar Mingueza y Samuel Umtiti, los centrocampistas Riqui Puig, Nico González, y el holandés Frenkie de Jong, pero sobre todo este último, a quien el Barça pretende vender al Manchester United inglés con la intención de ahorrarse los 80 millones que va a cobrar en los próximos años. Sin embargo, De Jong no está por la labor de irse y puede alterar la planificación de Xavi y Laporta.

El holandés llegó a la plantilla con el cartel de gran estrella, y aunque no lo ha hecho mal, ahora el club necesita los 70 millones de euros que pide por él al United para poder inscribir a los recién contratados, porque, supuestamente, las palancas que activo el club -léase venta de patrimonio- no alcanzan para la inscripción de todos los jugadores que llegaron en los últimos días.

También tienen las puertas abiertas el bosnio Miralem Pjanic, el delantero holandés Memphis Depay, y el también atacante danés Martin Braithwaite, a quienes parece difícil encontrarle acomodo en otros clubes, sobre todo porque ellos no quieren marcharse a lugares donde vayan a cobrar menos de lo que reciben en Barcelona.

Esos no son los únicos integrantes de la actual plantilla de los que quiere desprenderse Xavi, pero sí los que podrían generarle algunos millones extras con los cuales paliar la situación económica, además de quitárselos de arriba, porque no cuenta con ellos, como ya demostró en la temporada anterior.

La imperiosa necesidad de vender

Umtiti, por ejemplo, apenas saltó a la cancha y Mingueza fue un desastre cuando lo hizo. Nico y Puig tuvieron opciones cuando no quedó otra posibilidad, lo mismo que Braithwaite y Depay. En tanto Pjanic regresó de una cuasi cesión. Solo De Jong lo jugó todo, lo cual no deja muy claro el interés en desprenderse de él, aunque la directiva asegura que pesa sobre todo el motivo económico.

Hay que vender, y antes de poner en la vitrina a Pedri o al casi siempre lesionado Ansu Fati, incluso al uruguayo Ronald Araujo, desde el Barcelona prefieren que sea el holandés el que salga, solo hay que esperar porque el jugador y el Manchester United lleguen a un acuerdo.

Por ahora De Jong mantiene su posición de quedarse, sobre todo porque en el Barcelona jugará Champions y en el United solo Europa League, sin contar con el tema financiero que mencionamos anteriormente y que no resulta un punto menor, porque se trata de muchos millones de diferencia.

A favor solo está la presencia de Erik Ten Hag como entrenador de los Diablos Rojos y al jugador le apetece volver a ponerse a sus órdenes.

Por el momento, la directiva hizo la parte más difícil del trabajo: darle al técnico los jugadores que pidió para empezar la pretemporada, o al menos una parte importante de ellos, pero lograr que salgan otros también puede ser complicado y es lo que queda por hacer.

Lo demás, lo del fondo de salario, las inscripciones y esas otras cosas se irán conociendo en el futuro, pero por el momento muchos se siguen preguntando cómo es posible que un equipo endeudado pueda hacer los gastos que hizo el Barcelona hasta el momento, y aún así insista en contratar más jugadores.