El contrato de Lionel Messi con el Paris Saint-Germain finaliza en junio próximo y desde la capital francesa, Qatar y Buenos Aires, entre algunos otros lugares, se habla ya de una posible renovación, con cifras que pueden acercarse, incluso superar, lo que ganará su gran rival, Cristiano Ronaldo, en el Al Nassr de Arabia Saudita. Sin embargo, el mejor jugador de la Copa Mundial de 2022 se convirtió en las últimas horas en comidilla de los medios, pero por otras razones.
El Periódico reveló unas capturas de pantalla de whatsapp realizadas por los Mossos de Squadra a varios de los miembros de la directiva que presidía Josep Maria Bartomeu, que dejan muy mal parado al capitán de la albiceleste, y en los que queda claro que los rumores sobre su poderío en el club no eran fruto de la imaginación de algunos periodistas, sino pura realidad.
Cierto que el séquito de Bartomeu, especialmente, Román Gómez Ponti, entonces máximo responsable de los servicios jurídicos del Barça, quedan mal parados, pero los whatsapps no tienen desperdicio, porque ponen sobre el tapete las exigencias de un jugador que tuvo en sus manos al club y que tenía tanto poder como cualquier miembro de la junta directiva, y que condicionaba fichajes, rebajas salariales y contratos, entre otras cosas.
Barto, de verdad, no se puede ser tan buena persona con esta rata de cloaca. El club le ha dado todo y él se ha dedicado a marcar una dictadura de fichajes, traspasos, renovaciones, patros (patrocinadores) solo para él, etc...
¿CUÁNTO PODER TENÍA MESSI?
Si nos atenemos a los mensajes que se cruzaba la directiva, es fácil darse cuenta de que el siete veces ganador del Balón de Oro podía hacer y deshacer a su antojo, que su liderazgo en el campo, y su condición de capitán y estrella, servía para tener sujetados por los testículos a todos los dirigentes, que no tenían más opción que rendirse a sus exigencias, so pena de que este abandonara el club y llegaran los problemas con la afición.
A la afición del Barça no se le podía hablar de una posible salida del argentino y la directiva no tuvo otra opción que aceptar cada una de las ampliaciones de contrato que llegaban del entorno de Messi, cuyo padre se plantaba al final de cada temporada en las oficinas de Bartomeu en busca de una mejora salarial que en algún momento se hizo insostenible, y que al final terminó por provocar la ruina del club.
Ahora salen a relucir algunos de los mensajes que se cruzaron entre ellos. Y aunque en algunos casos son demasiado fuertes, sobre todo los de Gómez Ponti, queda claro que la cúpula del Barça ya no sabía que hacer con él, y eso explica un poco por qué Joan Laporta, cuando se hizo cargo del club, le abrió las puertas y lo dejó salir camino al PSG, incumpliendo una de las promesas que hizo en la campaña electoral.
Messi, sin dudas, ha sido el mejor jugador de la historia del Barcelona, el que convirtió a un club normal, con una Champions en su palmarés, en una referencia mundial y lo equiparó con otros grandes de Europa. Incluso, puede que sea el mejor jugador de la historia del fútbol, pero su paso por el club catalán tiene también sombras, las mismas que la directiva de Bartomeu no encontró la forma de enfrentarlas y que provocaron su final.
La publicación de los mensajes dejan mal parada a la otrora directiva, por su incapacidad, pero demuestran que el equipo lo formaban Messi y sus amigos, y aquel que fuera allegado del 10 tenía garantizadas ciertas cosas, como la no rebaja de su salario en tiempos de la pandemia del coronavirus, porque el capitán propuso que le hicieran recortes salariales a todos los jugadores, menos a él y a su íntimo Luis Suárez.
Yo no podré hacerlo nunca pero a las cifras de su contrato habría que sumar Pinto, la renovación de Suárez, y la de Jordi Alba, o la comisión de renovación de Fati (Rodrigo Messi, agente? Pero si no sabe ni leer y encima llevaba de socio a un traficante de drogas).
¿POR QUÉ LA INDIGNACIÓN DE LA DIRECTIVA CULÉ?
A ningún miembro de la junta directiva de Bartomeu le gustaban las presiones de los Messi, padre incluido, pero no había opciones. Vale recordar que en 2020, justo en medio de la pandemia, envió un burofax al club para pedir su salida. Todo eso después de perder la Liga y aparecer un par de veces ante los medios a criticar la confesión de la plantilla, y hasta al entrenador de entonces, Quique Setién.
La junta hizo valer lo escrito, con la condicionante de que se trataba de un año irregular provocado por el parón por la covid, el burofax no tuvo valor, pero la relación se rompió para siempre, al extremo que provocó el fin de Bartomeu y la posterior salida de Messi del club, aunque ya con Laporta en el puesto de mando y sin que pudiera -o quisiera- impedirlo.
El burofax, el varapalo ante el Bayern de Múnich y aquella derrota por 8-2 en Lisboa terminaron por romper las relaciones, o dejarlas tocadas para siempre, en tanto algunos miembros de la junta no entendían que el jugador, al cual el Barcelona sacó de Rosario para someterlo a un tratamiento hormonal que ayudara a su crecimiento, no estuviera dispuesto a colaborar.
Y si hay un mensaje devastador, ese es el de Gómez Ponti a Bartomeu, en el que califica a Messi como rata de cloaca, enano hormonado y pesetero, luego de recordar que el club le había dado todo y reconoce que la estrella se había dedicado a establecer una dictadura con los fichajes del club, en franca referencia a aquello que se decía que el capitán obligaba a fichar a sus amigos, como pretendió hacer con el hipotético regreso de Neymar Jr. desde el PSG.
El máximo responsable de los servicios jurídicos del Barça por entonces no se quedó ahí y le recordó a Bartomeu las renovaciones de varios de los amigos del jugador, entre ellos Pinto, Jordi Alba, Luis Suárez y hasta una comisión por el contrato de Ansu Fati. Además de que dijo que apenas sabía leer y llevaba de socio a un traficante de drogas. En fin, que el tema Messi seguirá dando cintillos y no solo por su posible renovación con el PSG o la elección como mejor jugador del año.
Y sobre todo el cúmulo de chantajes y desplantes que el club y los que trabajamos hemos sufrido de esta enano hormonado que le debe al Barça la vida... ah! Pero cuando vienen mal dadas (pandemia) recibes el mítico whatsapp: “presi, bájales el sueldo a los demás, pero a mi y a Luis no nos toques”. Ojalá marche entre la indiferencia de la gente, que es lo peor que le puede pasar (un pesetero más)”.
