La crisis de fútbol que vive el Fútbol Club Barcelona se cobra la cabeza del entrenador, Xavi Hernández, pero su salida no será hasta el 31 de junio, día en que termina oficialmente la presente temporada, y el mundo del fútbol se pregunta qué pasará mientras llega el final del curso y el otrora internacional español deja su puesto. La decisión genera un sinfín de interrogantes sobre lo que puede ocurrir y sobre el accionar de la directiva.
Apenas en 72 horas, dos de los entrenadores de los principales equipos del mundo, El Liverpool y el Barcelona, anunciaron su adiós para el mismo momento: fin de la temporada. Sin embargo, las situaciones son tan diferentes, que, mientras en la ciudad de Los Beatles lo ven todo con naturalidad y sin preocupaciones, en la capital catalana ocurre todo lo contrario, sobre todo por las situaciones encontradas de un club y otro.
Jurgen Klopp abandona el Liverpool luego de ocho años y medio, después de haber ganado todos los títulos posibles con el equipo, entre ellos una UEFA Champions League, y de haberle dado a la institución todo lo que podía, entre esas cosas un poco más de glamour, porque el germano es, tal vez, el entrenador de fútbol más vertical del mundo, un técnico con el cual los futbolistas vuelan, siempre con el arco contrario en mente.
ADIÓS ¿Y AHORA QUÉ?
Xavi llegó al Barcelona como sustituto de Ronald Koeman. Lo contrató el presidente Joan Laporta hace dos años, como después de ganar las elecciones a su rival, Víctor Font, que llevaba al otrora centrocampista como entrenador en caso de ganar. Era una forma de sacarse a Koeman de encima, sobre todo porque el neerlandés es un hombre de mucho más carácter y, por ende, más difícil de manipular, que Xavi.
A duras penas sobrevivió el nuevo técnico. El primer año se fue en blanco, y fue eliminado dos veces en Europa: una en la Champions, en la fase de grupos, y otra en La Europa League. Xavi pidió que lo dejaran trabajar, que le dieran tiempo, y solicitó jugadores. Laporta le dio todo lo que quiso, y en su segunda temporada, la primera completa, se impuso en la Supercopa de España y ganó la Liga, pero le volvió a pasar lo mismo en Europa: doble eliminación.
El título de Liga salvó al tal vez mejor jugador español de la historia, que arrancó su tercera temporada con más refuerzos en medio de una campaña tremenda de la prensa catalana, la cual decía que la plantilla a sus órdenes era por mucho la mejor de España y entre las cuatro mejores de Europa, y que tenía todas las papeletas posibles para darle al club una UEFA Champions League, un trofeo que no ganan desde 2015.
Incluso, lo renovaron hace unos meses, hasta 2026. Pero el equipo cayó en barreno y cualquiera viene y le mete cuatro goles y deja desnuda al defensa, al entrenador sin palabras y con las manos atadas a la directiva, que ya había insinuado que buscaba a otro entrenador, aunque por delante le manifestara todo su apoyo al dueño del banquillo, pero el revés ante el Villarreal por 3-5 lo violentó todo.
Al acabar el partido Xavi acudió a la habitual conferencia de prensa con el ceño fruncido. Antes de responder ninguna pregunta, dijo que había llegado a la decisión de abandonar el puesto, porque estaba cansado, se sentía muy expuesto, en el centro de atención y que lo haría a finales de temporada. La determinación cogió por sorpresa a todos, no por el anuncio del final, sino para cuándo lo tiene previsto.
SIGUEN LOS CUESTIONAMIENTOS Y SE BUSCA RELEVO
El anuncio de Xavi, por más que algunos quieran encontrarle razones para justificarlos, deja descolocados a todos, entre ellos a la directiva, porque el Barcelona aún tiene por delante los octavos de final de la UEFA Champions League ante el Nápoles y aunque está a 10 puntos del líder de la Liga, tendrá que pelear por meterse en los puestos que dan plazas para competiciones europeas, y ahora mismo son apenas dueños de la última.
¿Alguien cree que con un técnico de salida, sin motivaciones, y con jugadores a los que les faltó garra antes, el Barcelona podrá cambiar la situación y dar pelea en La Liga y en Europa? ¿No les parece que está más cerca la destitución del técnico que un cambio de sensaciones? ¿Cuántas derrotas más necesitará la directiva para tomar la decisión de cesarlo de manera definitiva y entregarle el puesto a otro?
Ese puede ser otro problema: encontrar el otro. Y entrenadores hay sin trabajo ahora mismo, incluso algunos que tienen clubes, pero que podrían enrolarse en la aventura culé, pensando siempre en la temporada próxima y no en la presente. Para el entorno del Barcelona, el primero siempre es Pep Guardiola, y luego algunos de los técnico de moda, como Mikel Arteta, el mismo Jurgen Klopp, Imanol Alguacil, o Thomas Tuchel, hombres con gusto refinado por el fútbol.
En esta lista entrar también Rafa Márquez, el mexicano que entrena en las categorías inferiores del Barcelona, o Thiago Motta, quien lo hace bien con el Bolognia en la Serie A, y amigo incondicional de Deco, el hombre que puso Laporta al frente de la parcela deportiva. Sin embargo, e3ncontrar al relevo será complicado, porque los grandes técnicos siempre ponen condiciones difíciles de cumplir.
Para mí, Guardiola y Arte no vendrán, porque no dejas un club donde eres dueño y señor, con toda la plata del mundo, a uno sin dinero. Klopp se tomará un año sabático. Tuchel puede ser, pero solo si n gana nada con el Bayern. Motta dijo que tiene contrato, no veo a Alguacil fuera de la Real Sociedad, por lo que la única opción fácil es la del mexicano Márquez, quien se apresuró a decir que ya estaba listo. Ahora mismo, sabemos que se irá, solo falta pro ver si será en junio o se adelanta.
