Dembelé sigue en su mundo de rumores

El futuro de Ousmane Dembelé se mueve en medio de un sinfín de rumores desde hace meses y a día de hoy nadie sabe dónde terminará jugando la próxima temporada. Lo que sí parece claro es que no lo hará en su club de los últimos años, el FC Barcelona.

Dembelé, de 25 años e internacional con la selección francesa, con la cual ganó la Copa Mundial de Rusia 2018, finaliza contrato el 30 de junio con el club catalán, y todo parece indicar que no renovará el acuerdo. Las relaciones, dicen algunos medios, están rotas desde hace mucho tiempo, por más que el entrenador Xavi Hernández y el presidente Joan Laporta lo intentaron más de una vez.

Con Dembelé el Barça lo intentó de todas las maneras posibles, pero ninguna le funcionó. Con la llegada de Xavi,en noviembre de 2021, como sustituto del holandés Ronald Koeman, el club intentó hasta presionarlo, pero el jugador siempre mantuvo su posición.

Xavi, instruido por la directiva, dijo que si no renovaba contrato no jugaría más. Incluso, advirtió que podía ir a la grada en cada partido, pero poco después tuvo que darle marcha atrás, porque el francés era el mejor jugador de la plantilla y tuvo que tirar de él en los meses siguientes.

Por suerte, las lesiones, que lo lastraron desde su llegada a la Ciudad Condal, lo perdonaron en la segunda parte del campeonato y todos pudieron ver su mejor versión, sobre todo la asistidora, algo que en el Barça no abunda. Significativo fue su aporte luego del fichaje desde el Arsenal de su amigo Pierre-Emerick Aubameyang.

Sin embargo, el Barcelona, que a la llegada de Xavi seguía vivo en todas las competiciones, dijo adiós a la Copa del Rey, a la Champions, a la UEFA Europa League y a la Liga, por ese orden y, al pensar en la próxima temporada, el club decidió que Dembelé sería importante.

Convocaron a su representante, Moussa Sissoko, le lazaron guiños de todo tipo al jugador y mantuvieron la esperanza hasta el final, pero, según parece, Dembelé hará las maletas y se irá a otro equipo, tal vez dolido por las críticas que durante la mayor parte de su estancia en Barcelona se llevó de la prensa, la afición y de las directivas de turno.

En algún momento, conocedores de la situación del fútbol al máximo nivel, pensaron que era imposible que no tuviera contrato con otro club, sobre todo por el riesgo que corre un jugador cualquiera al no tener garantizado su futuro, pero más uno como él, con tendencia a las lesiones constantes.

Hubo quien aseguró que lo tenía hecho con el PSG francés, incluso alguno dijo que sería el gran fichaje del verano del once propiedad de Qatar, pero, al parecer, tampoco había ni hay acuerdo con el equipo del Parque de los Príncipes, porque hace más de dos semanas que terminó la temporada de clubes y ninguna de las partes se ha pronunciado.

Sin embargo, en los últimos días surgieron rumores sobre un posible acuerdo del jugador con el Chelsea inglés, sobre todo después de que un grupo estadounidense, dueño del equipo de béisbol Los Angeles Dodgers, comprara el club al magnate ruso Roman Abramovich.

Dembelé sería algo así como la nueva perla del Chelsea, que no pudo impedir la salida del zaguero central Antonio Rudiger hacia el Real Madrid, una vez terminado su contrato en Stamford Bridge, y que puede enfrentar situaciones similares con otros jugadores, algunos de los cuales con pactos vigentes.

Se irán, según rumores, los laterales César Azpilicueta y Marcos Alonso, pero sobre todo el delantero Romelu Lukaku, quien nunca logró sentirse bien con el técnico alemán Thomas Tuchel.

Lukaku ha sonado para varios clubes, incluso para el Barcelona, aunque no se pueden tomar en cuenta todos los rumores relacionados con los culés, porque todos y cada uno de los jugadores que están en el mercado constituyen un objetivo para Laporta y compañía.

Eso sí, el belga vería con buenos ojos volver al Inter de Milán, aunque las cifras que se manejan no tienen nada que ver con lo que pagó el Chelsea por él a los neroazurros. Incluso, se habla de un trueque por el argentino Lautaro Martínez.

En todo ese entramado se mueve Dembelé, que disputa los partidos de la Liga de Naciones con la escuadra gala, en tanto el mundo del fútbol aguarda por el próximo destino del jugador, incluso en la capital catalana, donde algunos aún esperan que un cambio de actitud de última hora provoque que se quede en la que fue su casa desde 2017.

Lo cierto, el exjugador del Stade Rennais y del Borussia Dortmund es dueño absoluto de su destino y renovando, incluso, por el Barça, tendrían que pagarle una prima de fidelidad, algo así como la cantidad extra que reciben quienes llegan a otro equipo luego de agotar sus contratos.

Créalo o no, pero Dembelé, que tuvo en ascuas al once catalán por años, por sus continuas lesiones, su vida desordenado, la falta de seriedad en su preparación, en sus costumbres alimentarias, todavía es objeto de deseo de directivos, entrenador y afición.

No es el único. Desde la planta noble del club intentan fichar a veteranos ilustres, pero jugadores con edades muy avanzadas al fin, con tal de cortar una sequía de títulos que amenaza con extenderse. Para lograrlo, incluso, se plantearon la venta de activos valiosos, como el holandés Frenkie de Jong.

De Jong está en la mira del Manchester United y tal vez hasta del PSG, y su salida permitiría la contratación del polaco Robert Lewandowski, de 34 años de edad, si por fin el Bayern de Múnich afloja en sus posiciones y lo deja salir, porque aún le queda un año de contrato.

Para una parte de la afición, sería algo así como desvestir a un santo para vestir otro, pero la directiva culé sabe que ganar es lo único importante en Can Barça, aunque ya no crean que Dembelé pueda ayudarlos.